SOLOMILLOS DE CERDO CON CEBOLLA CONFITADA

(o como hacer la comida del día siguiente sin apenas darse cuenta)

 

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Un plato sabroso y fácil de hacer. No usar los cerditos de la foto, son tan monos…. Mejor acudir al carnicero. 

 

Necesitamos: 

 

Una tarde, o mañana, de invierno, además de los ingredientes. El secreto del plato está en la cebolla, que tiene que ser en cantidad y además “cocida” en aceite muy pero que muy lentamente, y eso lleva su tiempo. Aparte, también necesitaríamos: 

 

{mosimage}4 solomillos de cerdo
4 cebollas grandecitas
1 cabeza de ajos
2 hojas de laurel
1 vaso (de los de agua) de vino de Jerez o manzanilla
1/ 2 vaso de agua
1 pastilla de caldo
Sal, pimienta
Aceite de oliva
2 ó 3 clavos

 

{mosimage}Lo primero es confitar la cebolla: la cortamos en rodajas y estas a la mitad y freímos en abundante aceite junto con la cabeza de ajos, sin pelar, el laurel y los clavos. Debe freir muy lentamente, que la cebolla no se dore pero se ablande bien.

 

 

 

 

 

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Mientras la cebolla se hace podemos leer, escuchar música,ver la tele,mirar las musarañas, darse un baño … A gusto de cada un@.

 

{mosimage}Una vez que la cebolla esté bien blandita, la ponemos en un colador grande para que escurra bien el aceite. La devolvemos a la sartén y doramos los solomillos de cerdo.

 

 

 

 

 

 

 

 

{mosimage}Ya dorada la carne, ponemos todo en una cazuela, añadimos el Jerez o la manzanilla, la pastilla de caldo y el agua. Dejamos cocer lentamente hasta que la carne esté blandita.

 

 

 

 

 

 

Sirve de plato único acompañado de ensalada, arroz blanco, patatas cocidas… Y lo que sobre, al congelador. 
 

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